El pasado fin de semana, después de más de dos años desde nuestro último viaje para conocer nuevos lugares, viajamos a Mallorca y exploramos la sierra de Tramuntana.
El viernes, nada más acabar de
trabajar, cargamos todo en el coche y condujimos a Sombragris hasta
el puerto de Eivissa. Fueron dos horas de suave travesía sentados
en la cafetería exterior del ferry Eleanor Roosevelt viendo las
nubes pasar sobre nuestras cabezas y soñando con lo que podríamos
fotografiar en la hermosa sierra mallorquina. Después de
desembarcar, salimos rápido de la ciudad para adentrarnos en la
sombra nocturna de la sierra de Tramuntana. Fue suficiente el
limpio olor a bosque al avanzar por la sinuosa carretera desde Inca
para limpiar el estrés de las últimas semanas de trabajo. Por fin,
después de más de una hora de viaje, llegamos al Monasterio de
Lluc, junto al que se encuentra la zona de acampada sa Font
Coberta, que ha sido nuestro hogar durante estas vacaciones.
Montamos la tienda, preparamos un café y escuchamos el canto del
autillo. Buenos augurios...
El
sábado, cuando despertamos al amanecer, lo primero que escuchamos fue el último canto nocturno del autillo y cómo se difuminaba entre los sonidos de los pájaros diurnos despertando.
Fue emocionante abrir la puerta
de la tienda y conocer el paisaje que nos rodeaba, ya que solo lo habíamos intuido al llegar en las sombras que
proyectaba la luna. No nos decepcionó... estábamos en un valle
rodeados por altas montañas y nuestra tienda estaba en el sitio más
bonito de toda la zona de acampada, un acogedor alto rodeado de un
par de rocas grandes y árboles..
Desayunamos con tranquilidad y nos fuimos a explorar la zona del
cabo de Formentor con la idea de, tal vez, esa noche fotografiar la
Vía Láctea desde las inmediaciones del faro. Al llegar allí, se
enfrió nuestra intención ya que no era posible llegar hasta el faro
porque la carretera está cortada en su último tramo (aviso para
quien lo quisiera intentar); así que dimos la vuelta y fuimos hasta
el mirador de es Colomer, desde donde hay una magnífica panorámica
del cabo; a simple vista, pensamos que tal vez desde allí
pudiéramos conseguir un buen encuadre, pero Photopills nos hizo ver
que no era un lugar idóneo para lo que buscábamos. Después de
admirar las vistas durante un rato, guardamos los trastos, nos
metimos en el coche y fuimos hacia el lado opuesto al cabo hasta
que llegamos al embalse de Cúber, a los pies del Puig Major.
Aparcamos y después de un corto paseo, llegamos hasta la orilla.
Ese lugar nos hizo darnos cuenta de que debemos volver para allí
sí, intentar una Vía Láctea.
El
domingo lo empleamos en explorar la zona de acampada y sus
alrededores. Charlamos con los vecinos, paseamos por las
inmediaciones del monasterio y subimos hasta la cruz que corona el
santuario; en aquel alto merece la pena sentarse un rato a
contemplar las altas montañas del corazón de Tramuntana. Es un
lugar donde sobran las palabras.. Por la tarde, nos sentamos
tranquilamente con nuestras cámaras para fotografiar pájaros,
flores e insectos.. no hay mayor relax.. Y cuando se fue el sol,
hicimos un fuego con la madera que proporciona el Ibanat para ese
fin, preparamos una buena torrada y nos quedamos sentados al amor
del fuego hasta que se consumió.
El último día antes de volver a casa, lo dedicamos a recorrer el parque natural de s’Albufera de Mallorca, donde además de dar un agradable paseo al sol por algunos de sus innumerables senderos, pudimos fotografiar aves como cigüeñuelas, moritos, chorlitejos, ánades reales, avocetas, tarros blancos e incluso pudimos observar un águila pescadora posada en un tronco con una presa en la garra.
Todo ha sido bueno en este viaje, de principio a fin, pero, quisiéramos mencionar la amabilidad de la gente del Ibanat que trabaja en sa Font Coberta y a los dueños y personal del restaurante Ca s'Amitger. Todos ellos nos han hecho sentir en casa.
Han sido cuatro días llenos de belleza y tranquilidad que han despertado en nosotros una atracción irresistible por esa sierra vecina llena de vida, riscos que cortan la respiración y recovecos tranquilos… Volveremos pronto…