El pasado viernes 29 de abril al atardecer, fuimos a la Torre d’en Rovira con intención de fotografiar la Vía Láctea desde allí. Llegamos, buscamos los encuadres, preparamos las cámaras y, cuando las dejamos trabajando, buscamos un sitio para poner nuestra mesa y nos sentamos a cenar. El centro galáctico estaría a la altura que queríamos a las 2:15 más o menos, así que, como hacemos en estos casos, ocupamos el tiempo tomando fotos del cielo para componer una imagen de trazos de estrellas (startrails). Un startrails está compuesto por cientos de imágenes del cielo seguidas, con intervalos de 1 segundo entre ellas. Esas imágenes luego se apilan, o sea, se juntan como poniendo una sobre otra, para registrar el recorrido aparente que hace cada estrella debido al movimiento de la Tierra. 

La noche estaba completamente despejada. Había un poco de humedad, pero con ropa de abrigo y un café caliente, se estaba muy bien. Esas horas en que esperamos mientras se toman las imágenes para el startrails, las disfrutamos charlando y mirando el cielo, y esa noche estaba increíble. A la 1 de la mañana, exactamente a la 1:03, apareció un objeto distinto a los demás. Era un punto de luz ámbar, bastante grande comparado con las estrellas y estaba envuelto por neblina. Al verlo, pensé que estaban entrando nubes, pero bastaron unos segundos para darme cuenta de que no era así, el cielo a esa hora seguía completamente despejado. Solo alrededor de ese punto de luz había una especie de niebla, como si estuviera dentro de una nube burbuja que se desplazaba con él. En un principio, parecía inmóvil en el cielo, pero vimos que no, que estaba moviéndose lentamente hacia el norte hasta que se perdió en el horizonte justo junto a la torre. 

Tuve la suerte de que mi cámara apuntaba a la torre y registró el paso del objeto. Al ver las imágenes que había tomado, vimos que había tardado unos cinco minutos en recorrer el cielo desde el punto en que apareció hasta donde se perdió en el horizonte. En la imagen se aprecia perfectamente dónde aparece y el recorrido que lleva. 

No sabemos qué fue. Sí sabemos que no fue un avión, que en las imágenes dejan trazos parecidos a guirnaldas por las luces de las alas; tampoco un helicóptero, que hacen un sonido muy característico y también llevan luces de posición. Este objeto era completamente silencioso. Tampoco fue un meteorito, sabemos que son objetos muy rápidos. Comprobamos que tampoco fue la ISS, que ese día no pasaba sobre nosotros...

Total, que aún seguimos con la duda de qué pudo ser. Por eso, al publicar la circumpolar, hemos pensado en publicar también las imágenes independientes en que aparece el rastro de este fenómeno atmosférico no identificado para ver si alguien supiera qué puede ser aquello que vimos.